No es el escenario ideal. Nadie quisiera que esto suceda, pero pasa. Aproximadamente, 3 de cada 10 pacientes pueden volver a subir de peso después de la Manga Gástrica. Esto podría pasar durante los 5 años siguientes y las razones son variables.
Antes de entrar de lleno en el tema y buscar culpables, es necesario recordar que antes, mucho antes de entrar al quirófano, hay que seguir un protocolo médico. Una cirugía para pérdida masiva de peso involucra distintos aspectos físicos y emocionales que es necesario atender en preparación para el procedimiento.
Además, debes saber que esta cirugía no es la solución definitiva, sino una herramienta que te ayudará para que alcances tu objetivo.
El éxito o fracaso de una Manga Gástrica dependen en GRAN medida del compromiso que hagas contigo misma para adoptar un estilo de vida completamente diferente y, definitivamente, más saludable.
Muy posiblemente habrás escuchado una buena cantidad de rumores o mitos sobre este tipo de cirugías. Sin embargo, se han realizado numerosos estudios para demostrar que no sólo son seguras, sino que realmente prolongan la vida de las pacientes, en comparación con aquellas personas que deciden no operarse y seguir viviendo con obesidad.
Qué tan seguido pasa esto y qué tan normal es que suceda
Más normal de lo que crees. Entre los 12 y 18 meses después de la cirugía, podrías ganar algo de peso. No te asustes, esto puede significar más bien que estás ganando músculo y no grasa. En ese caso, no habría nada de qué preocuparse. Al contrario, el músculo es el único tejido activo que te ayuda a quemar grasa y perder peso.
Para saber determinar bien qué es lo que está pasando, revisa tu porcentaje de grasa corporal actual y compáralo con el que tenías inicialmente. Tu cirujano o nutriólogo podrán ayudarte con este dato si no lo tienes a la mano.
Es importante apuntar que en este camino hacia tu objetivo final, habrá muchos altibajos antes de que el peso se estabilice dos años después de la cirugía.
Por eso, el indicador más fiable para evaluar un peso saludable es la grasa corporal y no la cantidad de kilos que tengas. Además, hay que destacar que esta reganancia inicial es en general mínima si tenemos en cuenta que antes de la cirugía posiblemente ya habrías perdido buena parte de tu exceso de peso al seguir la dieta preoperatoria.
Esto es lo que debes hacer
Haz un examen de consciencia y responde las siguientes preguntas. Verás cómo te ayudan a identificar algunos aspectos que podrían estar causando esa reganancia de peso después de tu cirugía.
- ¿Cuántas veces como al día?
- ¿Cuántas veces siento hambre?
- Después de comer, ¿me siento llena?
- ¿Cuánto tiempo me dura la sensación de plenitud?
- ¿Qué cantidad de alimentos tomo en cada comida?
- ¿Estoy durmiendo bien?
- ¿Me siento cansada?
- ¿Hay algo que me esté generando estrés?
- ¿Cuál creo yo que es la razón por la que estoy subiendo de peso otra vez?
Ahora, revisa tus respuestas y mira qué pueden tener en común con estas 5 causas más comunes de la reganancia de pesoluego de una Manga Gástrica:
- Saltarte comidas. Si te saltas comidas perderás los nutrientes y proteínas de esos alimentos. Lo que pasa es que después querrás comer en exceso tratando de “solucionarlo”. Esto sólo te traerá más complicaciones y forzarás tu estómago.
- Comer los carbohidratos equivocados. Llenar tu cuerpo con carbohidratos “vacíos” (harinas refinadas, pan o pasta) limita la capacidad de tu estómago para recibir los nutrientes que necesita. Este tipo de carbohidratos no tienen los nutrientes necesarios para quemar grasa. Es mejor consumir carbohidratos provenientes de las verduras, frutas u otro tipo de alimentos, siempre con la guía de tu nutriólogo y cirujano.
- No satisfacer la cantidad de proteína que tu cuerpo necesita. La pérdida de peso ideal sucede en el tejido adiposo, no en los músculos. Si no comes proteína suficiente cada día, tu cuerpo utilizará su propio músculo como fuente de proteína y esto reducirá aún más tu capacidad para quemar grasa.
- Comida procesada. Este tipo de comida, junto con los carbohidragos “vacíos”, definitivamente son el enemigo a vencer. Agregan carga al hígado y dificultan la metabolización de la grasa corporal extra. Ni qué decir de los químicos, colorantes y demás aditivos que alteran tu función intestinal.
- Dormir menos de 8 horas y ser sedentario. Dormir es una necesidad fisiológica. Múltiples estudios han demostrado que las personas que duermen menos de seis horas al día tienen más posibilidad de tener sobrepeso. Por último, pero no menos peligroso, es el estilo de vida sedentario. Nuestro cuerpo necesita moverse y hacer ejercicio para eliminar toxinas, regular hormonas, quemar grasa y ganar músculo.
Definitivamente debes buscar a tu cirujano al presentar las primeras señales
Si llegas a estar en esta situación, no dejes pasar tiempo. Inmediatamente busca a tu médico y explícale lo que está pasando.
Y es que, aunque podrías tener una idea de lo que está causando el aumento de peso y cómo controlarlo, siempre será mejor hacer frente a esta situación si determinas cuáles son los factores médicos, psicológicos y de estilo de vida que están jugando en contra de tu salud.
Sé consciente de todo el esfuerzo has hecho para llegar hasta aquí.
No permitas que se vaya todo por la borda. Piensa que una mala racha no es suficiente para que vuelvas a engordar. Recuerda que la cirugía bariátrica es apenas una parte de un proceso mucho más grande contra la obesidad.
El éxito depende de los cambios más profundos y permanentes que hagas en tu vida. Estos deben incluir, por supuesto, olvidarte de la comida chatarra, deshacerte de los hábitos nocivos que te llevaron a ganar peso en un principio y la decisión de incorporar el ejercicio a tu vida diaria.
Es importante recordar también que una reganancia de peso considerable podría ser motivo de una cirugía de revisión. Este procedimiento es recomendado a pacientes que se sometieron previamente a algún tipo de cirugía bariátrica y que, ya sea porque volvieron a subir de peso, se estancaron en la pérdida de peso o por complicaciones relacionadas con el procedimiento inicial, requieren una segunda intervención que les ayude a corregir el problema y a lograr su objetivo inicial.
En conclusión, esto es algo que PUEDE pero que NO DEBE pasar. Si estás en esta situación, lo importante es no perder la calma y buscar la forma de remediarlo.