Si tus padres tienen sobrepeso u obesidad, ¿tú también estás destinado a padecer esta enfermedad? Tus kilos de más, ¿se deben a tus malos hábitos alimenticios o a tus genes? La raíz de la obesidad, en la mayoría de los casos, puede ser cuestión de costumbres familiares o de herencia genética.
Como bien sabemos, la obesidad es el gran desafío de la salud pública actualmente y su presencia ha llegado a triplicarse en muchos países desde la década de los ochenta. Por si fuera poco, esta condición no viene sola y aumenta considerablemente el riesgo de padecer otras enfermedades tales como diabetes, enfermedades al corazón, hipertensión e incluso algunos tipos de cáncer.
Para perder peso hay muchísimas “soluciones” y métodos milagro que prometen resultados inverosímiles en muy poco tiempo, sin ninguna clase de supervisión médica. Entre estos, las dietas son siempre un gran negocio. Pero, ¿qué tanto importa lo que comemos si, al final, nuestra obesidad puede ser causada por los genes?
Importa muchísimo, la cuestión genética podría ser una influencia a considerarse, pero, definitivamente, los hábitos alimenticios que cada persona adquiere desde temprana edad son fundamentales para evitar el sobrepeso y la obesidad.
La cuestión con los genes es que pueden tener efecto sobre nuestro Índice de Masa Corporal (IMC), sobre el antojo que sentimos hacia ciertos alimentos más grasosos, sobre cuán fácilmente o no acumulamos grasa y sobre la velocidad con que trabaja nuestro metabolismo.
Naturaleza versus estilo de vida
Sin embargo, no sólo heredamos genes de nuestros padres. Las costumbres alimentarias también son algo que aprendemos desde el seno de la familia. Existen muchos hábitos que pueden convertirse en un problema conforme crecemos, como servirse grandes cantidades de alimento, no incluir todos los grupos de alimentos en cada comida, ingerir bocadillos por la tarde o noche.
Todo esto, a la larga, deriva en malas decisiones que ya en la edad adulta tomaremos a la hora de comer y que muy posiblemente traerá como consecuencia el sobrepeso o la obesidad a nuestras vidas.
¿Cómo afecta el historial médico de nuestros padres en nuestra salud?
Recientemente, en conjunto con Centro Médico Florence, realizamos una encuesta con una pequeña muestra de posibles candidatos a una cirugía para pérdida de peso. Entre otras preguntas para determinar su estado actual de salud, peso e IMC, les preguntamos sobre las comorbilidades presentes en su seno familiar.
Los resultados son impactantes. A la pregunta “¿alguien de tu familia padece diabetes?” 52.3% indicó que al menos uno de sus padres la sufre y 18.2% dijo que la diabetes está presente en su familia a través de sus hermanos o hijos.
Cuando les preguntamos sobre la hipertensión, 61.4% señaló que sus padres la padecen y 25% contestaron que sus hermanos o hijos también sufren esta grave enfermedad. En menor medida, también hay respuestas que indican que esposos, tíos, tías y abuelos también la sufren.
En relación a la obesidad directamente, 34% indicó que al menos uno de sus padres es obeso y 50% dijo que alguno de sus hermanos o hermanas, hijos o hijas también la padecen.
El alcance de la encuesta indica que hay otras enfermedades relacionadas con la obesidad que también están presentes en la familia de los pacientes, tales como gota, dolores de espalda, asma, alergias, enfermedades en la piel, colesterol alto o enfermedades del corazón.
¿Podemos ganarle a los genes y a la costumbre familiar?
Definitivamente no puedes cambiar tus genes. Lo que sí puedes hacer es un cambio en tus hábitos alimenticios y darle la vuelta a esa predisposición a la obesidad y al antojo por comida poco saludable.
Cuando te decides a modificar tu vida y tener un estilo de alimentación saludable, estás decidiendo que tu herencia (genética o cultural) no dictará la pauta en tu futuro.
Sólo necesitas esforzarte cada día por limitar tu ingesta de comida y controlar tu peso con la guía y supervisión de un médico especialista.