Presta atención. Tú podrías protagonizar esta historia.
Luego de años de pelear una dura batalla contra la báscula, pesas casi 180 kilos, te inyectas insulina todos los días y tienes elevada la presión arterial. Tras varios intentos con distintas dietas y rutinas de ejercicio, has perdido algunos kilos pero después los has vuelto a ganar.
Has desarrollado diabetes tipo 2. Los doctores te han dicho varias veces ya que tienes que cuidar lo que comes. Te han recetado algunos medicamentos y entre esos fue que empezaste con las inyecciones de insulina; con las que ya llevas dos años o quizá más.
Te sientes abrumada y muy preocupada por tu salud.
No quieres seguir viviendo así y sientes que tu juventud se está yendo sin que puedas disfrutarla realmente. Buscas nuevas opciones y es entonces cuando descubres que hay algo llamado cirugía bariátrica. Te informas bien sobre este método, haces una cita y acudes a tu primera cita para una evaluación médica personalizada y profesional.
Con la guía de tu médico bariatra, decides someterte a una cirugía para pérdida de peso. Con este procedimiento tu estómago se hace más pequeños, disminuyendo también la cantidad de alimento que ingieres y ayudándote a perder peso paulatinamente.
Ahora, año y medio después de haber tomado la mejor decisión de tu vida, tienes 68 kilos menos, ya no usas insulina, tus lecturas de azúcar en la sangre son correctas y tu diabetes prácticamente ha desaparecido.
¿Te parece increíble?
Por sorprendente que pueda sonarte, es totalmente posible. Las cirugías para pérdida de peso, también conocidas como cirugías bariátricas, se practican principalmente para resolver problemas de obesidad pero se perfilan cada vez más como una excelente forma de curar la diabetes tipo 2.
Este tipo de intervenciones quirúrgicas han demostrado ser efectivas en el 80% de los casos indicados. Dependiendo de qué tan severa sea la enfermedad y qué edad tenga el paciente, entre el 72 y el 90% de las personas que han tenido diabetes por menos de cinco años pueden obtener resultados sorprendentes. Sin embargo, este porcentaje podría ser menor para aquellos que han vivido con diabetes tipo 2 por más de cinco años.
Son procedimientos poco invasivos pues la mayoría se realizan por laparoscopía y los pacientes pueden regresar a sus actividades cotidianas pocos días después de la cirugía.
Es común creer que sólo quienes sufren de obesidad mórbida son candidatos para una cirugía bariátrica. Nada más equivocado. Las cirugías para pérdida de peso son una opción incluso más efectiva que el tratamiento médico para tratar la diabetes cuando se trata de alcanzar niveles normales de azúcar en la sangre.
En esos casos, la pérdida de peso es en realidad secundaria. La razón principal es para la diabetes y brindarle mayor calidad de vida al paciente.